miércoles, 11 de julio de 2012

la voz de los perdedores

hace poco, ignoro cuánto tiempo, vio la luz un disco (el segundo) de un carajo al que vagamente reconozco como el bajista de los melancólicos anónimos. se llama pachi jiménez. no el disco, el autor. la obra, cuyo nombre bautiza también a este post, es de arte.probablemente quien se haya topado ya con este trabajo discográfico pudiera decir que es bueno, que es malo, que es regular o todo junto. esa gente no ha perdido.

1. la de los perdedores arranca con la experiencia como voz principal. esa conciencia maldita que le manotea en la cara al fracaso envalentonado en el cliché de volver a montarse en el caballo, ignorando que va a volver a caer. uno, que es un pobre guevón, no termina de dar crédito a esos paisajes tan grisáceos y conformistas. esos paisajes que nos vencen de a poco y a coñazos. y sin  más, uno se trauma y desea 2. buena suerte, que es el lamento del que pierde por dejar de luchar y se convence de que todo estará mejor. un loco irresponsable que ignora que libertad no es estar solo, sino con quien se quiere; que abandonar para hacer lo que nos da la gana es emancipación aventurera que luego cobra peaje y se vuelve sobrepeso en la aduana del recuerdo. "que te vaya bien", es una de las más grandes mentiras jamás dichas o, al menos, de las más dantescas verdades dichas a medias. el perdedor es rencoroso consigo mismo y por eso la mayor venganza contra su propia humanidad está en el deseo secreto de ver al objeto de su afecto pasando roncha y saboreando un trago amargo en versión "palo 'e músico". 3. ella y yo nos vamos es la voz del perdedor que triunfa sobre el perdedor que se derrota a sí mismo. triste tragicomedia que cada día vuelve a su 4. génesis. por el principio empieza todo final y en el mundo del perdedor, cuando intentas hacer el bien, te sale mal. ya sea que estés en parís o 5. en caracas, te lloverá. es allí donde la única y verdadera compañera del alma, la soledad, te abraza otra vez. 6. es fácil negarse y creerse un loco soñador. éste  es, quizás, el peor de los perdedores: el que no se reconoce como tal, el que pide oportunidades que sabe le están vetadas. no hay caso ni redención. 7.  igual, uno promete cambiar, promete permanecer igual, promete lo que no puede. "la tapa de la poceta voy a levantar cuando vaya a mear. tan solo no me falles". pero al final uno se da cuenta de que el 8. puente sobre aguas turbias se quebró y que los regresos son, si no imposibles, al menos imposibles. como buen perdedor, ya puedes dejar de luchar y te entregas al mar, a la nada, al 9. señor, tratando de redimir faltas, pecados ya vencidos. y ya el asco no da para más y te quieres ir a 10. tierras lejanas. acá ya no hay lugar para ti. tu derrota es muy grande y la isla se hunde. es hora de comenzar el éxodo a otros errores por cometer.


a riesgo de adentrarme en los abismos de la propaganda desmedida y la jaladera de bolas, esto es, en palabras, lo que me generan esas diez canciones. no quiero caer en ese terrible género de los que afirman que "el autor quiso decir tal o cuál cosa". nunca fallar se escuchó tan bien. el pachi lleva la voz. me reconozco como perdedor y esta es mi derrota.

éste es un disco para perder(se), pues encontrarse es cuestión de dos.

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