viernes, 20 de mayo de 2011

digitalismo

recientemente publiqué una foto en twitter de un dedo infectado: el mío. no era el epítome de la gangrena, pero algo putrefacto estaba. qué pudo haberme movido a realizar tal afrenta contra la opinión pública? qué objetivo siniestro (aunque sea diestra la mano) pudo impulsarme a perturbar la itinerante paz de esta sedentaria sociedad virtual?

en principio, el móvil estuvo bastante marcado por el pragmatismo de la autopreservación. en un mundo donde las fronteras se desvanecen y las palabras corren más allá de esta aldea, las mentiras siguen teniendo patas cortas. un reposo médico poco vale si alguien intuye disfrute en tu descanso. "tiene una mano desgraciada y aún así tuitea? algo huele a podrido... no, no su dedo". una nota del doctor siempre crea suspicacias, cinismo tomasino. como la palabra de dios en boca de un político.

quien lee podría invocar la máxima quien no la debe, no la teme, y estaría en lo cierto, pude acogerme a ella. pero quise ir más allá: si no la teme, demuestre por qué. sea varón.

replies y mensajes más tarde, descubriría (por las malas) que razones pude haber tenido una o miles, pero excusas ninguna. el consenso de la turba fue unánime e inequívoco: asco.

ojo, no es una recriminación a los faltos de humanidad o tolerancia pues, en general, luego de las cuatro tajantes letras, nunca faltó la amigable preocupación del "qué te ocurrió, cómo te sientes". todo justo antes de volver al comienzo del ciclo. "asco!" hubo, incluso, quien pidió la censura de la escatológica imagen. un abucheo a la llaga y al pus en sus corazones.*

así, la repugnancia, esa sensación desagradable que altera el estómago y retuerce la faringe, sustituye a la compasión y provoca hipo: debajo de, carencia de, un espasmo corporal de la mente? qué hay allí dentro que necesitamos expulsar con tanta violencia? lo que atormenta está afuera o es reacción alérgica al patógeno interior?

el dedo, el mismo que presiona la epiglotis e incita la arcada, señala y acusa. hipo, como la tos, es convulsión que trata de sacar lo que está escondido, eso que subyace bajo la superficie. esputo, hipocondría, ignorancia, hipocresía, talvez?

algo de eso hay
. todo mezcladito.

*el autor se reserva el derecho a la cursilería pedagógica

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