jueves, 7 de abril de 2011

cargas legadas

quieres que te escuche, que te garantice una vida digna, feliz. deseas sentirte segura a mi lado. quieres ser una conmigo, que mi palabra sea tu deseo y cumplir tu anhelo, mi ley de vida. deseas que te procure una casa propia en donde podamos vivir felices por siempre, incluso luego, cuando me llegue la hora de partir. juntos estamos en un matrimonio indivisible que firmamos aquella tarde veraniega cuando leímos, ante dios y los mortales, nuestros votos de amor, apoyo incondicional y... sabes que sí, esperanza ciega en que todo va a funcionar. juntos, quieres algo de mí y te ofreces toda.

incondicional, casi enfermiza, te ofreces toda para mí.

quieres que gobierne tu vida, que te mande y decida lo que es mejor para ti, para ambos, para todos. desde el primer día nutriste mi autoestima con palabras bonitas, miradas tiernas, pero sobre todo, con cada salto de fe que realizamos tomados de la mano. siempre expresaste admiración por mi ancha espalda y mis fuertes hombros. ahora veo que siempre existió un por qué. anhelas librarte de tus responsabilidades y culpas. depositarlas en mí. quieres que lleve esta empresa con sacrificio, con pundonor, con trabajo, con amor. que sea tu tótem protector. quieres que administre nuestro tiempo y que vele por tus devaluados intereses. te has vuelto un riesgo. quieres que te quiera, que te trate con democracia, igual que a todos, pero al mismo tiempo que te haga sentir especial... especial, como dios te hizo y como eres. especial, así como te quiero y quise.

yo lo hice hace mucho, pero hoy te das cuenta de tu error: el error de vivir esperando, en lugar de vivir esperanzada. siempre escuchaste hábil, cuando en realidad te llamé mil veces lábil. con desinterés, legaste tus esperanzas y con ellas tu mayor defecto se hizo plenipotenciario. los mismos vicios que aprendiste con esos, los anteriores, aquellos que fueron iguales, se transfiguraron en mí. ahora soy yo el que demanda, quiere y pide: quiero construirte nuevas promesas y que las creas. quiero que me dejes trabajar, destruir cada onza de lo que ha sido este presente amargo que ambos odiamos. quiero que mi luz sea la tuya, aunque hoy (de manera escalonada) nos falte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario