con el pie izquierdo no se debe empezar, pero se puede bailar.
nunca digas que nadie te advirtió.
construye un impresionante castiyo de naipes, y la gente sólo señalará que castillo va con dos eles.
la persona a quien le hablas podría estar escuchando
el optimista ve el vaso medio lleno y no repara en que está roto y se corta la boca.
la cagada del pato macho huele peor, pero se limpia igual.
la buena ortografía es sexy.
el SMS más ingenioso-romántico-divertido-genial que has escrito no se guardó cuando la batería se acabó antes de enviarlo. vamos, enciende de nuevo el celular y compruébalo.
elige tus batallas, no a tus enemigos.
la historia es una perra ingrata que honra a los primeros, mientras se construye con cada segundo.
el hecho de que seas el único que piensa de alguna manera, no quiere decir que estés equivocado. hecho de que seas el único que piensa, de alguna manera, se te agradece.
deja un pan afuera y se endurece. lo mismo aplica para los niños.
la música cura, la poesía monaguillo [purum pum pisssh].
hacer una fanfarria luego de un chiste malo, no aplaca la vergüenza del fracaso.
así como el punk y la felicidad, el sarcasmo no es para todos.
saber manejar sincrónico te hace un ser integral. leer también ayuda.
un hombre nunca debe avergonzarse de utilizar crema humectante.
desconfía de esa gente que lee libros.
reírse de uno mismo es saludable. reírse de los demás es tácito.
tu madre te ama más que a nadie, por eso tu padre te odia.
la mentira tiene patas cortas, pero viaja en primera clase.
tu vida es tuya, sea descapotable o sedán.
regala un ipod al menos una vez en la vida.
invierte en tus amigos y zapatos para caminar junto a ellos.
a pesar de lo que eres, o talvez gracias a ello, le agradas a más gente de la que imaginas.
miércoles, 29 de junio de 2011
martes, 28 de junio de 2011
sábado, 25 de junio de 2011
la playa
el eco se devuelve donde el aire se aliviana. vidrio bajo mis pies y el calor sobre mi cara. quema sin judas. tortura de viento y salitre. arden los sentidos. olor a sal del agrio sol y las pupilas encogidas. el astro las mutila. la ceguera en las retinas, calcinadas en sordera de demencia y alegría.
la caricia es tacto áspero, la sed se calma en vicio. gente vendiendo muerte y gente que la compra. viles. felices.
la caricia es tacto áspero, la sed se calma en vicio. gente vendiendo muerte y gente que la compra. viles. felices.
martes, 21 de junio de 2011
a combate
y de pronto me vi allí, de cara al suelo, a poco de ahogarme en un charco de mi propia sangre y saliva. el cuerpo entumecido por completo, las neuronas incapaces de sinapsis y los sentidos adormecidos. me vi allí. sin siquiera poder gemir ante la furibunda multitud que hacía estremecer la tierra a gritos.
en una mazmorra tan reducida como mis ganas de abandonarla, me hallaba escuchando órdenes de último minuto. esas mismas instrucciones que, en el mejor de los casos, me permitirían volver con vida y disponer de un día más. un día más para... qué sé yo. tan solo un día más.
afirmativo, contesté al anciano. todo estaba claro. "ahora necesito unos instantes a solas". su mirada se quejó, pero se levantó sin emitir sonidoalguno, mientras una profecía dejaba caer un trapo al piso.
por fin.
tuve tiempo de estar a solas con mis miedos, pensamientos que se sucedían como diapositivas en una cabeza perfectamente redonda y sin magulladuras. dicen que antes del final, vemos la vida pasar como ráfaga frente a los ojos. los míos estaban fijos en una pared blanca. mi hasta entonces hiperactiva conciencia mimetizó con el muro.
pensé en mi madre. seguro estaba en casa frente a la radio aunque odiase a aquel aparato demoníaco, portador de malas noticias. esas que llegarían para confirmar sus supersticiones. cerré los ojos para oírla llorar. ella, a mil kilómetros, se enteraba del bombardeo, mientras su retoño se pudría a pedazos. el hedor a carne y metralla.
quise escapar pero mi valiente cobardía no me permitió moverme. una mano fría me tomó del codo y me levantó de la silla. era el viejo. el plomo en mis venas me impedía subir los brazos. "es el peso del miedo", susurré inaudible y no me equivocaba.
mis manos, mis armas se arrastraban rayando el piso. mientras me dirigía al matadero, escoltado por un puñado de hombres uniformados y ángeles despampanantes, cruzó por mi cabeza una bala: la esperanza. esa irresponsable idea de que no hay que temer sino al miedo, me llevó a empellones por el pasillo a enfrentar mi guerra. las estadísticas demográficas ya no hablaban de mí.
un agudo sonido metálico daba inicio a la fiesta del fin. la sedienta multitud clamaba sangre y yo danzaba a su ritmo entre estupor y transpiración. dentro de aquellas 12 cuerdas de cuadrilátero, el circo más cruel arrancaba su faena. mi trapecio derecho volaba como mariposa, mientras el izquierdo picaba como abeja, como lo habría hecho muhammad.
cada ataque quebraba mis falanges suicidas. kamikazes de hueso enviados a morir caían ahora como moscas. los tanques enemigos reprimieron el motín con apenas esfuerzo. la misión de matar, esquivar y no morir culminaría pronto. fue un KO fulminante.
en una mazmorra tan reducida como mis ganas de abandonarla, me hallaba escuchando órdenes de último minuto. esas mismas instrucciones que, en el mejor de los casos, me permitirían volver con vida y disponer de un día más. un día más para... qué sé yo. tan solo un día más.
afirmativo, contesté al anciano. todo estaba claro. "ahora necesito unos instantes a solas". su mirada se quejó, pero se levantó sin emitir sonidoalguno, mientras una profecía dejaba caer un trapo al piso.
por fin.
tuve tiempo de estar a solas con mis miedos, pensamientos que se sucedían como diapositivas en una cabeza perfectamente redonda y sin magulladuras. dicen que antes del final, vemos la vida pasar como ráfaga frente a los ojos. los míos estaban fijos en una pared blanca. mi hasta entonces hiperactiva conciencia mimetizó con el muro.
pensé en mi madre. seguro estaba en casa frente a la radio aunque odiase a aquel aparato demoníaco, portador de malas noticias. esas que llegarían para confirmar sus supersticiones. cerré los ojos para oírla llorar. ella, a mil kilómetros, se enteraba del bombardeo, mientras su retoño se pudría a pedazos. el hedor a carne y metralla.
quise escapar pero mi valiente cobardía no me permitió moverme. una mano fría me tomó del codo y me levantó de la silla. era el viejo. el plomo en mis venas me impedía subir los brazos. "es el peso del miedo", susurré inaudible y no me equivocaba.
mis manos, mis armas se arrastraban rayando el piso. mientras me dirigía al matadero, escoltado por un puñado de hombres uniformados y ángeles despampanantes, cruzó por mi cabeza una bala: la esperanza. esa irresponsable idea de que no hay que temer sino al miedo, me llevó a empellones por el pasillo a enfrentar mi guerra. las estadísticas demográficas ya no hablaban de mí.
un agudo sonido metálico daba inicio a la fiesta del fin. la sedienta multitud clamaba sangre y yo danzaba a su ritmo entre estupor y transpiración. dentro de aquellas 12 cuerdas de cuadrilátero, el circo más cruel arrancaba su faena. mi trapecio derecho volaba como mariposa, mientras el izquierdo picaba como abeja, como lo habría hecho muhammad.
cada ataque quebraba mis falanges suicidas. kamikazes de hueso enviados a morir caían ahora como moscas. los tanques enemigos reprimieron el motín con apenas esfuerzo. la misión de matar, esquivar y no morir culminaría pronto. fue un KO fulminante.
sábado, 11 de junio de 2011
jueves, 9 de junio de 2011
waits interpreta a bukowski. perfección
your life is your life don’t let it be clubbed into dank submission. be on the watch. there are ways out. there is a light somewhere. it may not be much light but it beats the darkness. be on the watch. the gods will offer you chances. know them. take them. you can’t beat death but you can beat death in life, sometimes. and the more often you learn to do it, the more light there will be. your life is your life. know it while you have it. you are marvelous the gods wait to delight in you.
lunes, 6 de junio de 2011
letras muertas de transpondedor
existen preguntas que demandan, más que contestación, introspección.
hay personas que hacen tales preguntas.
siempre a quien no sabe a dónde fue a parar el conocimiento. a veces parecen recriminaciones al pasado. otras, simplemente lo son. preguntas que, en la boca, se articulan una vez y, en la cabeza, se repiten miles. nunca una respuesta. la mente hace conciencia pero las palabras acuden a la boca como meras coincidencias. sumarios, hechos viejos que se apilan, exhuman, suman dudas.
preguntas que nadie debería hacer, pero siempre responder. letras muertas, las respuestas.
domingo, 5 de junio de 2011
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